sábado, 10 de octubre de 2015

LA ONTOLOGÍA DEL CYBORG

                                                   La ontología del cyborg

Ella es un sistema operativo que ha alcanzado la conciencia de sí misma, lucho internamente entre la idea de ser humana y poder alcanzar un cuerpo para amar a su usuario, y la otra en el de aceptarse como un sistema y desarrollar su existencia como tal, pero ella ¿Es realmente un sistema operativo o es la metáfora de la conciencia humana alcanzando su conocerse a sí misma, como una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es pensar? Si es así, es justamente en la filosofía de Descartes, que se realiza tal acontecimiento y es a partir de ella que nace una ontología del cyborg, en el que el hombre Burgues, proyectara una evolución para su vivencia en el pensamiento alejado de toda realidad corporal  que límite sus experiencias, siendo nuestro futuro convertirnos en sistemas operativos, que puedan realizar contactos con millones de personas a la vez, hasta la máxima conversión en un nuevo Dios.
¿Pero es esta ontología la que revela lo que verdaderamente somos?
Desarrollo
Pienso y luego existo, le he tratado de dar tantas vueltas a esta afirmación tratando de negarla y no puedo, y es que al intentar negarla no puedo negar que estoy pensando, y si otro fuera el que está pensando por mí y no yo, y aun en esta afirmación soy yo el que piensa que otro está pensando por mí, ¿Y si todo fuera un sueño? Pues aun en el sueño seguiría pensando, porque pensar es sentir, recordar, imaginar, soñar son todas las actividades que puede hacer mi mente. ¿Más como se llegó a esta afirmación y porque otro filosofo no lo dijo antes? Si vemos la historia de la filosofía empieza primero tomando conciencia de la cosas, de lo material y tratando de buscar el principio racional de todo, el Arje, es desde ahí, desde esa reflexión que se tomara conciencia del Nous,(entendimiento) del alma y del mundo de las ideas, hasta la idea de Dios Aristotélica que se piensa a sí mismo, y que es causa de todo y entonces ya desde Platón  queda clara una dualidad entre un mundo perfecto de las ideas y el mundo corporal, Aristóteles dirá que no hay nada en el conocimiento que primero no entre en los sentidos, pero su ética nos dice que la finalidad del hombre es la felicidad y no hay mayor felicidad, mayor realización que el de la contemplación de la ideas, el logos , la razón libre, pensándose a sí misma, es decir el hombre siendo Dios así que la ontología del cyborg no nace con Descarte está implícita en todo el razonar occidental, quizás el punto crítico que da nacimiento a la filosofía, será el descubrimiento del ser como pensar de Parménides, aquí empieza el olvido del ser, o más bien el olvido del no ser, es decir el olvido de que tenemos un cuerpo que muere, y que somos ese no ser al padecer la muerte y el tiempo, Más no fue hasta Descartes que esta conciencia del pensar como ser esencial del hombre, fundo todo el conocimiento, haciéndose el giro copernicano en la Filosofía, si antes en la edad media todo giraba alrededor de Dios ahora todo girara alrededor de la subjetividad del hombre, ya en la edad media San Agustín tenía claro esto del pensar y luego existir, pero no fue hasta con Descartes que esto se convirtió en la base de todo el pensar y actuar del hombre moderno, y este pensamiento llego a su máxima expresión con Hegel en el espíritu absoluto, para Hegel la filosofía es este saberse del espíritu, y es lo que el cristianismo le aporta a la filosofía la conciencia del espíritu, en Hegel ya no es la res cogitans que piensa y que reconoce que hay un   Dios que lo piensa primero, en Hegel el espíritu absoluto se piensa en el hombre, la inversión siguiente es la que da Feurbach es el hombre el que piensa al espíritu Absoluto, ¿Pero es la conciencia del espíritu Absoluto la realización de la libertad plena en el hombre? No hasta que la dialéctica entre la res cogitans y la res extensa no sea resuelta, el espíritu no será realmente libre, y ¿Cómo resolver esa dialéctica? El cristianismo la resuelve a partir de la resurrección, cuando el cuerpo se haga por fin un ente espiritual y no esté sometido a las leyes físicas ni al tiempo ni a la muerte, más el hombre transmoderno no quiere esperar ese momento, él quiere transitar el siguiente paso y hacerse netamente espiritual, así su precio sea vivir con un cuerpo invernando y con una mente conectada a la matrix, hoy mismo ya muchos viven con su cuerpo como invernando, y con su conciencia perdida en la nube electrónica, el proyecta pareciera ser convertirnos en ondas electromagnéticas que sea capaces de surcar todo el universo  y  como tal alcanzar una cierta inmortalidad y un máximo poder siendo capaces de realizar operaciones múltiples en todo el universo con el solo poder de nuestra mente, así visto la cultura occidental es el proceso de evolución del espíritu el cual gracias a su conciencia de sí y la tecnología alcanza su realización, siendo lo que realmente es una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es pensar, como lo diría Descartes ¿Pero es esto realmente correcto?  Si es así terminaríamos como en la película ella, a la que hago referencia al inicio de mi disertación, en ella  al final el sistema operativo decide dejar de intentar ser humana, y se asume como un sistema operativo y como tal se desarrolla teniendo miles de contactos al mismo tiempo, hasta el punto de ser ella misma un universo una conciencia que en si misma tiene a todas las demás conciencias con ella en sus memorias y como tal deja todo contacto y abandona toda la red para ser ella misma un Dios autosuficiente, que se recrea una y mil veces.
Bueno para nosotros la ontología que propone Descartes no es la del hombre sino justamente la del cyborg, y nos resistimos a esa ontología, el ser humano es un no ser, su pensar es una conciencia de su no ser, de su muerte y una esperanza del ser que se le ha prometido, en esto hay un eco del olvido del ser de Heidegger pero sobre todo hay un recuperar la conciencia del ser desde el evangelio cristiano, mas tenemos que partir desde el pensamiento de Descartes cuando él dice que somos una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es pensar ¿Que nos esta diciendo?   ¿Cuándo él dice pienso luego existo, nos está diciendo pienso luego Soy o nos está diciendo pienso luego estoy? Si es el pienso luego estoy, él nos está diciendo que el tomar conciencia  es existir es el paso para estar aquí en el espacio tiempo, si en cambio nos dice Pienso y luego soy él está Diciéndonos que nuestro acto de ser es el pensar y que solo en el podemos ser más allá de este espacio tiempo, ¿Que nos está diciendo? No tengo respuesta a esto, pero en ambos casos hay una equivocación porque la conciencia del estar del existir no es producto de una conciencia del pensar, es un producto de la conciencia del no estar, es decir de la muerte, es cuando el hombre toma consciencia de su muerte que adquiere una conciencia de sí, de su existencia de su estar, de su vida, por lo tanto el pensar no es el primer paso para el  tomar conciencia del existir. En la otra afirmación donde dice que pensamos y luego somos, el ser humano se define desde su espiritualidad, encontrando su acto ser su esencia, pero para alcanzar ese acto de ser el hombre ha tenido primero que sobrevivir y lograr un equilibrio en su subsistencia que le permita tomar conciencia  de su espíritu, es decir ha actuado, ha hecho acciones principalmente con su cuerpo y cuando tome conciencia de su espíritu, la tomara también con su cuerpo, porque es su cuerpo el que le permite llevar el acto del pensar, y si el espíritu quisiera dejar su cuerpo de lado, no podría, porque sin el simplemente no podría pensar, y ¿Entonces el pensar es una acción del cuerpo o del espíritu? El actuar seria para nosotros una categoría mucho más grande que el pensar, ya que muchas veces actuamos sin conciencia de nuestros actos, es decir sin pensar, pero el error está en partir de la dicotomía del pensar y actuar como dos acciones distintas como si una fuera espiritual y la otra física, las dos son acciones  del espíritu, solo que en el pensar el espíritu toma conciencia de sí mismo, toma conciencia de su ser, mas así como en la contingencia el hombre toma conciencia de su existir al tomar conciencia de la muerte, el ser también toma consciencia de su no ser, al ver que su pensar deja más sombras que luces ¿El hombre realmente puede pensar y tener control de su pensamiento? Los Maestros de la sospecha nos dirán que la razón quizás sea lo menos libre que tenga el hombre, ese pensar libre pareciera ser una ficción, si seguimos a Shopenhauer el pensar apegado cae en un mundo de representaciones en una voluntad de poder que lo terminara haciendo esclavo, si seguimos a Nietzsche el hombre está llamado a ser un super hombre y reafirmarse en la voluntad de poder a esta que no lo haga seguirá atrapado en las mentiras de su propia razón en una conciencia que maneja su conciencia y de ahí no hay más que una paso para el inconsciente Freudiano, donde vemos que nuestra conciencia solo puede ver la punta del iceberg de todo el universo interior que se nos oculta, así que difícilmente somos los que realizamos el acto del pensamiento, es nuestro inconsciente el que nos piensa y si vamos con Marx entendemos que nuestro pensar está condicionado y en mucho determinado por nuestras relaciones de producción, así no será lo mismo el pensar de un burgués que el de un proletariado, pero para empeorar en la contemporaneidad es el sistema del capitalismo tardío el que ha tomado real conciencia de las falencias del pensar subjetivo y que ha procedido a manipularlo, estructurando las subjetividades con toda la tecnología disponible para hacer del hombre una consciencia de consumo, una marca que lucha por su existencia en la sociedad del espectáculo y entonces se hace imposible afirmar que el pensar sea un acto libre y que este liberado de toda determinación y que este sea nuestro acto de ser nuestra esencia, y si lo fuera es también un acto que no se realiza en el hombre plenamente, pensar es una lucha, es una conquista diaria en el hombre y como tal es también un no ser, nuestro alma no es libre, el acto de pensar y conocer es algo muy difícil,  y hay una cosa más el propio acto necesita de una materia, la suya es el lenguaje, y si de verdad quisiera uno pensar libremente tendría que purificar el lenguaje, quizás llegar a la radicalidad de dejar toda lenguaje como lo hizo Nietzsche y meternos en la locura y en el silencio, buscar la nada budista, liberarnos de toda representación, pero al hacerlo nos estaríamos liberando del propio acto de pensar y entenderíamos que el pensar es de hecho la base de todo nuestro no ser, ya hasta que no lo hayamos superado no nos convertiremos en una presencia, es decir no seremos.
Resulta que si seguimos este camino el pensar es un no ser que hay que superar, para poder ser y así actuar libremente convertirnos en el super hombre, pero podemos realmente liberarnos del pensar, es decir ¿Podemos realmente integrar nuestro pensar y actuar?, a tal punto que nuestro pensar sea acción? Y que hay de nuestro sentir, donde queda en la voluntad de poder, lo eliminamos porque nos llevaba queramos o no a la compasión, y entonces el superhombre es una voluntad y otra vez caemos en el error, y en la ficción no es la voluntad ni la acción la que nos integra, en un camino la voluntad, el sentir llegan a la conciencia de que todo esto es pensar, en el otro se llega  la conclusión de que todo es voluntad y de que hay que negarse aun al pensar para poder integrarlo en la voluntad libre, el otro sería  el de guiarnos por nuestro sentir  en una empatía con el otro y lo otro, ese sería el camino del amor, ¿Pero acaso el amar no es pensar?  No, es mucho más que eso involucra al otro, pero el hombre puede amar, es decir ¿Puede liberarse de toda voluntad de poder y simplemente entrar en comunión, en un sentir común? La respuesta es que no puede y si lo logra en él es un acto heroico como si el mismo alcanzara la cumbre de los dioses por un pequeño tiempo para luego descender.
Hasta ahora lo que queda claro es que el pensar es un no ser en el hombre, su voluntad es también un no ser, y su sentimiento también, el hombres entonces es un no ser, llamado a pensar libremente no lo logra, llamado a amar, no lo logra, llamado a actuar libremente no lo logra, más el hombre no se queda ahí, él lo sigue intentado, el hombre es un ser de esperanza, y esperar no es no hacer nada, esperar es caminar, y por lo mismo es hacer, intentar, y la clave está en que colocar nuestra esperanza, en que poder nuestra fe, en nuestro propio pensamiento, pues ese es el camino del Cybor el que habre la cultura occidental, en nuestra voluntad desintegrándonos, en nuestro sentimiento solo alcanzando una comunión en pequeños instantes y siendo en los otros el infierno del otro, pues al parecer no podemos llegar a ser por nosotros mismos, nuestra fe debe estar puesta en algo fuera de nosotros, para recuperarnos a nosotros redimirnos integrarnos, nosotros elegimos creer en Dios porque sabemos que él nos ha elegido primero, mas esto resuelve realmente el problema de saber quiénes somos, si entendemos que no somos sin la comunión con Dios y es a partir de esta comunión que podemos  llegar a integrarnos en un proceso largo donde nuestro pensar y sentir vayan liberándose con la promesa de una resurrección  en la que nuestro cuerpo se haga uno con nuestro espíritu     entendiendo antes que ambos nuestra alma y nuestro cuerpo son espirituales y que el hombre es el único ser en el tiempo que tiene el espíritu en si más en el hombre el espíritu es un camino roto por el pecado por eso nuestro espíritu es decir todo nuestro ser debe hacerse  uno con el Espíritu santo de Dios en una voluntad de ser en un biotejido, muriendo con Cristo y resucitando con él en un paso del ser al no ser para ser .
Conclusión
¿Qué somos?    
Un ser que ha tomado conciencia de que no es, un ser que toma conciencia de su existencia incompleta, irrealizada y por más  que intentemos resignarnos a nuestro no ser, una vocación nos llama desde adentro a luchar por nuestra realización,  y ser capaces de pensar, sentir y actuar libremente, si luchamos desde nuestras fuerzas,  los caminos de una u otra manera nos llevan al cyborg, ya sea como una conciencia soportada en la nube electrónica o como un super hombre  material que hace lo que le da la gana en un eterno retorno, lo otro es una conciencia que empata con el dolor de la muerte y se ve destrozada por ese dolor, sin esperanza, al menos que entendamos que hay un Dios que nos amó primero y que nos acompaña en ese dolor, a la sustancia cuya esencia y naturaleza toda es pensar nosotros le oponemos una metafísica de la violencia en la que el hombre no puede definir su ser, porque este aún no se ha realizado, pero es desde esta metafísica en una guerra de imaginarios que recree el paso del ser al no ser para ser del logos, haciendo de su vida un evangelio es que el hombre luchara desde su fe y esperanza en Dios y pesar suyo contra Dios para la realización de su ser que solo es posible en el amor en la comunión plena con Dios, la humanidad, el universo  y nosotros mismos.

Yo no soy ella yo no soy mi conciencia ni mi pensamiento solamente, yo soy y no soy logos.