lunes, 14 de marzo de 2016

Numinosa

Numinosa

Hija mía, la Matria que yo profetizo tiene tu gracia,
Pero que es la gracia sin el pavor primero
Ante la presencia de lo absolutamente heterogéneo
Todo calla en nosotros y por fin la carne se hace polvo.

Las primeras representaciones del hombre son irracionales
Y para conocer a Dios estas son las mejores,
Despierta los ojos del espíritu, si puedes ver las llamas
Que coronan la frente de tu padre,
Podrás ver pronto la hermosura de tu cuerpo invisible.

Hija amada no pienses en lo santo como lo moralmente bueno,
Tu hermana bien sabe la naturaleza demoniaca que compartimos
Y la cantidad de energía que  podemos desplazar en el espacio
Así como el disfrute total de nuestro poder.

Más no es del diablo que nos lega esta bendición que en nosotros se hace maldita
Es Dios, del diablo no puedes esperar nada
Del horror, del  terror y toda su violencia El Padre es el gran maestro
El reto es nacer en el hijo para que esta fuerza logre su conversión en misericordia
Amada hija yo no lo he logrado, te toca a ti.



Aun eres tan pequeña, pero aun así puedes paralizar el mundo
No pierdes el toque natural de tu espíritu
La alegría de revelar el cielo en la tierra
El tierno abrazo, la inmensa compasión, y tus besos de niña.

Soportar el dolor de ver crecer a tus hermano ha sido demasiado
Ver cómo se va resquebrajando la inocencia,
Tocas esas enormes capas de tristeza cubriendo lo que antes era felicidad
Mas haga lo que haga no puedo protegerte
Lo que me queda es la esperanza de saber
Que el color que pinto tu madre adorándote nadie lo podrá borrar
Y la luz que imprimió en ti Dios es de una sutileza tal
Que solo aquel que haya sentido la brisa divina puede eclipsar.

Amíra Princesa libre, solo el fénix tiene la hermosura de un pavo real
En dorado y al mismo tiempo la fuerza de la águila para ascender en el espíritu
No temas morir ni negarte, en ti la bendición es tan fuerte
Que una y mil veces resucitaras.

Amada hija todo este tiempo te he enseñado a jugar con demonios
No le tengas miedo al infierno,
Ese es nuestro hogar,
Aprehende a Imprimir tu numinosidad
Para esto primero debes de expresarla.


A expresar te enseñara tu hermano
Es màs él puede crear mil formas
La numinosidad  aprehéndela de tu hermana
Y nunca dejes de descansar en la gracia de tu madre.

En los momentos más terribles ella no dejo de sonreír desde adentro
Tu madre simplemente era indestructible, como tu mi amor, como tú.
Mi matria numinosa.
Solo que ella no sabía resucitar
Ese es el arte que yo intento enseñarte
El arte del biotejido.

Sí, eso fue lo que mato a tu madre
La hice dormir para siempre
La obligue a apagar su sonrisa
Le prometí el beso de Dios

Y aquí estamos los dos muertos en el infinito,
Lo que me consuela es que ella por lo menos duerme
La conciencia de esta pesadilla la cargo yo
No intentes entrar más en mi locura, no ahora.

Abre tus alas mi amor, revela tu santidad,
Tú vencerás este juego de la muerte
En el Hijo el Padre no podrá devorarte
La ofrenda de tu vida dará frutos espirituales.
Del mal, de la violencia, del tedio, ya no te enseñare más
Reinaras sobre todo eso con tu sonrisa
Lo único que me preocupa son tus largos llantos
Y en el hecho de no poder estar contigo para consolarte
Más tú manejaras las puertas del infinito
Queden entonces con nosotros todas tus lágrimas
Llora todo mi amor, llora todo,
Las Akllas como tú mojan y secan el mundo
Según Dios mande.

Y en ti mi amor tengo la esperanza de un nuevo estado,
Donde todos los hombres sean destruido por Dios
En ti quiero desplazar el infierno a la tierra
Quitarle las máscaras a todos los diablos
Derribar a la Iglesia hasta sus cenizas
Sin dejar piedra sobre piedra.

Que no solo se caliente el lecho de los hombres y las mujeres
Sino sobre todo su corazón.
Por lo mismo ama mi amor, ama  con toda tu alma
No te olvides de amar
Pase lo que pase
No dejes de amar
Y permíteles amarte.


Ya están cerca las últimas nupcias
Enséñales a esperar al novio con las lámparas llenas de aceite
Los vestidos blancos,  y los cabellos llenos de sangre divina
Que el mundo no pueda resistir tu imagen
Ni se atreva a pronunciar tu nombre.

A los hombres al final de los tiempos les toca el silencio y la oscuridad.
Nada más que el vacío, nada más.
Iniciemos pues el retorno a lo sagrado
Desata la peste, pudre el tiempo profano, enferma con tu gracia
Hija, madre, esposa, hermana, Maestra numinosa.






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