martes, 4 de septiembre de 2018

¿AYUDAR A LOS VENEZOLANOS?

8El hace justicia al huérfano y a la viuda, y muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido.19Mostrad, pues, amor al extranjero, porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto.…

Dios es muy claro en su palabra con respecto al extranjero y si creemos en Dios más allá de todo nos toca ayudar a los venezolanos.
¿Pero creemos realmente en Dios? Porque también nos tocaría amar al prójimo que entiendo yo que es el próximo a nosotros, amarlo como a nosotros mismo.
Pero en el Perú odiamos al pobre y al cholo, somos clasistas y racistas.
Y ¿Entonces porque hay tanto interés en ayudar a los venezolanos?
Porque el criollo burgués peruano se puede identificar con el criollo burgués venezolano con mucha mayor facilidad que con su compatriota peruano al que desprecia si es pobre o cholo.
Y porque le conviene al sistema económico, hay más mano de obra barata y mayor consumo, realmente no se les está dando la mano a los venezolanos, se los está dejando entrar para explotarlos de mil maneras mucho más en una economía informal donde no hay ninguna regla o derecho.
Y porque aquí hay un juego político en el que la derecha latinoamericana pretende demostrar la superioridad del sistema neoliberal cancelando todo experimento de resistencia o alternativa a la globalización.
Este es un país que nunca ha planificado nada, porque no ha logrado constituirse como nación, por lo mismo la preocupación de poder brindar una vida digna a los conciudadanos, jamás se ha pensado seriamente.
¿Ayudar a los venezolanos? Por supuesto que sí, mal haríamos en atacarlos o discriminarlos, pero la principal tarea sigue siendo construir una nación, ese país de todas las sangres venciendo el clasismo y el racismo, solo así realmente podremos ayudar a las otras naciones siendo realmente una nación hermana.
El problema es que la globalización licua toda nacionalidad y si es que ya en los tiempos modernos no logramos ser una nación mucho menos lo haremos en estos tiempos posmodernos.
¿Qué queda? Para mi es claro la develación del ser, alterando las estructuras nacionales, estatales o límites territoriales, esta pasa siempre por el amor al prójimo, el cual de compañero enemigo en el mundo puede pasar a ser hermano si abrimos el corazón sea de la nacionalidad que sea.

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