FITECA 11 Años despues

Fiteca 11 años después: EL SUEÑO DE LOS PERROS DEL CERRO

¿Que queda?

UnA comunidad y en si una cultura, es tan fuerte como el imaginario, el ideario, que la forma.

Este no solo nace de la voluntad consciente sino también de la contingencia y su tiempo y espacio.

Pero si dejamos que la contingencia, sea nuestro principal construtor, la pregunta cae por su propio peso que hemos construido nosotros?.

Esta pregunta podría ser aplicable al Perú en su conjunto, y es que desde los 90 hemos luchado por adaptarnos al Mercado y su contingencia,hemos llegado hasta hacernos una Marca, y hemos vendido la casa y sus tierras, más a diferencia del fiteca aun no nos sentamos a reflexionar, y de hecho no lo haremos en serio, hasta que el furor de la materia prima cese, los capitales se vayan, y nosotros pensemos como generación que hemos dejado?, que hemos construido? y quienes somos? en que nos hemos convertido?

Hoy el Fiteca responde a esa pregunta, y si son criticos, la respuesta no es grata. El principal error no han formado a la gente.Lo que no quiere decir que el fiteca no haya tenido incidencia, pero esta sin una formación, pasa sin lograr edificar.

Es hora de abrir lo ojos, el fiteca sin auspicio, sin gran parafernalia, sin grupos extranjeros, sin prensa, ni marketing, es una “comunidad” sin mayor compromiso ni formación.

Que vacio enorme se sintió ayer, que falta de organización, que incapacidad para el dialogo, entre la propia gente, y la reflexión solo quedo en papel, no se transmitió, no se verbalizo, y mucho menos se cuestiono.

Cual es el ideario del Fiteca?, yo que he estado desde el segundo año siguiendo el proceso, se que no hubo tal ideario, lo que hubieron fueron ganas de hacer, y de a pocos el fiteca fue creciendo cada vez más, en gran parte por el interés político de la municipalidad de Comas, que vio en la cultura como muy pocas municipalidades lo hacen ,un capital, en otra parte por la gente de teatro tanto nacional e internacional, que veían al fiteca como ese ideal popular, del arte para el pueblo, y por otra parte del entusiasmo de los organizadores, entusiasmo que se contagio a los vecinos para hacer realidad este evento.

Pero el entusiasmo dura poco, se va desgastando, el peso de un evento cada vez mas grande, va poniendo en grave peligro a la propia organización, y entonces uno se preguntas para que hace uno el fiteca?, que gano yo?

Para responder esa pregunta  indirectamente la gente del fiteca ha pasado cartillas a la gente, y la gente al parecer responde también indirectamente, el fiteca nos ha permitido ser visibles, y gracias a eso hemos conseguido cemento, pistas, muros de contención, ah y la promesa no realizada del presidente Ollanta, (que fue al fiteca), de una alameda en el Cerro,  aunque es poco, aun el cerro no ha cambiado su cara. Nadie dijo lo que había aprehendido, nadie hablo de las obras, nadie hablo del encuentro con el arte, nadie hablo de las posibilidades creativas que habría el fiteca, y mucho menos de una ciudadanía critica, de una nueva sensibilidad popular, o de un nuevo discruso político desde lo cultural, de la posibilidad de la autogestión, del reconocimiento como comunidad, nada solo cemento, solo contingencia, y marketing, posicionamiento del Cerro, en el mapa de la ciudad.

Y entonces aquí este Fiteca, esto me choca y mucho, nosotros hicimos un tercer congreso de las artes, justamente para reflexionar el fiteca , el foro, y en si todas las actividades culturales, que pretendían un discurso político renovador, y hablamos desde el mismo titulo del poder de lo simbólico como estrategia  de cambio social, pero ahora veo que lo simbolico en el fiteca se queda en la superficie, en la capacidad de los simbólico de llamar la atención, en la propaganda, se ha repitido tanto fiteca, fiteca, fitieca, fiteca, el sueño, fiteca la fiesta, fiteca la comunidad, pero con que se esta soñando?, que se celebra?, donde esta la comunidad? Cual es su fundamento, por ahí pasan ideas de autogestión, ideas de autonomía, ideas de interculturalidad, pero no forman nada, el gran espectáculo del fiteca no deja espacio para la reflexión ni para la formación, y hoy que se quiere pensar, solo queda el gran vacio que deja el hecho de no haber ese espectáculo.

Y entonces que queda?, para mi lo mas importante, los pecerros, la obra de teatro de calles de la gran marcha, hecha por una nueva generación de actores, con un propio lenguaje, con sus zancos con patas de perro, y que dan la idea de grandes macho cabrios, que son el imaginario primero del teatro. Si vemos esta obra y entendemos su proceso, sabremos que el fiteca si deja algo, esta obra esta hecha a partir de la experiencia del fiteca, de los talleres internacionales, su propio nombre perro de cerro, pecerros, nos habla de un nuevo imaginario, quienes son estos perros de cerro, son los jóvenes, los niños y hasta los viejos del Cerro la balanza, pero a diferencia de otros perros de cerro, estos hablan, y hablan desde un complejo imaginario, nutridos con cantos alemanes, con obras de todas partes del mundo y con un cuestionamiento contemporáneo, y profundo, como hacer el cambio ahora?, después de que nos quemamos con el fuego?. Esto se puede leer de muchas maneras, es simbólico y por lo tanto polisémico, todo en esta obra es simbolico, el hecho de ser cinco, es la cuaternidad de lo simbólico con una al centro, y la que ocupa el centro es la mujer del choclo, que puede representar la cosecha, la madre tierra, liderando esta el numero 1, el mas fuerte, el primero, la luz, el fuego, luego siguen la música, la espiral circular eterno retorno, y una espiral cuadrada que habla de las culturas prehispánicas acá no mas en ventanilla, el imaginario es complejo,  y la obra para nada es convencional, tiene su propia poética.Yo recuerdo haberla visto antes, y me pareció chiquillos hablando desde zancos sus buenos deseos de cambio, de Amor y justicia, pero ahora veía a los actores mucho mejor, si bien no han logrado una técnica mejor de la que heredaron de Raíces,(grupo de calle de los 80 y 90, con una manejo de zancos increíble, y con actores con una técnica corporal y de voz fabulosa dirigidos por el ya mítico Ricardo Santa cruz) están ahí presentes.  Diciendo Textos, que aun los soprepasan, pero que pueden ser escuchados, cantando a medias, pero logrando tocar con el canto, y ese canto y esos textos, son lo que deja el fiteca, hablan de renovación , de amor de cambio, y el líder enciende el fuego, y dice he aquí la luz, (esto se podría leer como una critica a Sendero) y simbólicamente, quema a la madre tierra, a la mujer del choclo y la mata, y ahí viene la reflexión, que hacer, que hicimos mal, la respuesta: de pronto nos dejamos arrastrar por la pasión e impusimos nuestro fuego sin saber escuchar, y por ahí acaba la obra. No se vuelve a encender el Fuego, y eso me preocupa, se habla de moderación, mas el fuego no se vuelve a encender, es sincero porque de verdad no saben como volver a encender ese fuego, pero quedarse con el fuego apagado, es conformarse a la oscuridad de este tiempo.

Y que le queda a la Gran marcha y a todos los organizadores , volver a ser el fiteca? O apagar el fuego?.

El ideario mas importante en el fiteca , es este de la comunidad, ideario que no se ha conseguido, hay un grupo un conjunto de colectivos, pero no una comunidad, el barrio no se ha integrado como tal, la base del fiteca en gran parte esta en el auspicio, y la prensa, tomar conciencia de eso,  les llevaría a no hacer mas fiteca, a vovler a ser un teatro de grupo y no pensar mas en la comunidad, al final es eso lo que son un grupo que se ha nutrido del fiteca, y entonces dar al espalda al barrio, irse a las giras internacionales, exhibir sus trabajo, y dejar al fiteca como lo que es una buena historia de entusiasmo y alegría ya desgastado, ya con su ciclo cumplido, alargarlo seria una agonia, al menos que se decidan por ser le mejor festival del perú que de alguna manera ya lo son, conseguri auspicios de todo lado y armarla en grande, sin verdaderamente formar nada, queizas solo gestores culturales buenos en buscar auspicios y conseguir visibilidad.

Lo otro lo verdaderamente otro, es apostar por la formación, hablar sobre las obras que se ven, reflexionar sobre ellas, y con ellas reflexionar sobre la realidad y sobre uno mismo,( yo solo pude llegar a una lectura de los pecerros, gracias a la conversación con Paty la esposa de Jorge).  Aprehender a valorarlas, y que ellas nos trasformen, e ir aun mas allá, a una formación integral como seres humanos de toda la comunidad, Dándoles herramientas,  para que ellos hagan su arte y su política. No me imagino a Jorge  ni a ningún organizador del fiteca recluyéndose en sus casas, mientras que ve como el Fiteca va cayendo en el olvido. Junto con el sueño de lograr una comunidad Feliz .