domingo, 4 de agosto de 2024

Desatando a Dios Koshi kené

 

Desatando a Dios  Koshi kené  

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.

 

¿Fue Spinoza ateo?

Lo digo sin vacilación de ninguna índole: Baruch Spinoza, aquel ilustre y revolucionario pensador del siglo XVII, inaugura el ateísmo en el sentido moderno. Expliquemos esto con más detenimiento. Se erige como el primer gran ateo no tanto por negar la existencia de Dios, sino por desmantelar, con una lógica impecable, las concepciones o ilusiones tradicionales del teísmo. Algunos cristianos inocentes buscan cobijo en su filosofía; sin embargo, él es nitroglicerina pura para las bases mismas de la fe dogmática. Su monumental obra, Etica, nos ofrece una visión del mundo donde Dios y la Naturaleza se funden en una misma sustancia, carente de voluntad y propósito, desmontando así la idea infundada de un creador antropomórfico y providente.

Al reinterpretar a Dios como una realidad inmanente, regida por leyes eternas e inmutables, Spinoza socava las bases de las religiones reveladas y sus dogmas gratuitos. Al proponer en su lugar una espiritualidad panteísta, afirma la racionalidad y la armonía del cosmos, algo totalmente contrario a la religión revelada. Su Dios no es un ser personal, un amigo imaginario que escucha plegarias y dispensa favores, sino el orden mismo del universo, una red infinita de causas y efectos en la que no cabe el milagro ni la intervención divina. Spinoza, con su implacable rigor filosófico, —sus vikingos lectores pueden dar testimonio de ello— desmitifica la figura de un Dios exterior y trascendente; su propósito consiste en liberar al ser humano de las cadenas del temor y la superstición.

A toda noche le llega su sol. Era necesario, su irrupción fue —y es— un faro de racionalidad en un tiempo dominado por el oscurantismo y la intolerancia, de la que él mismo fue víctima. Su valentía intelectual radica en su capacidad para ofrecer una ética basada en la razón y en la comprensión de la naturaleza humana, que no depende de la recompensa o el castigo divino, algo que ofende a un verdadero pensador, sino del entendimiento y la virtud.

Tanto del pensamiento de Nietzsche como del de Spinoza podemos inferir que ser ateo es liberarse de toda deuda con un ser trascendente, para así afirmar sin escollo alguno la autonomía del individuo. Al fundir a Dios con la Naturaleza, se elimina cualquier obligación hacia un creador antropomórfico; mientras que, con la proclamación de la muerte de Dios, se instaura la libertad suprema del ser humano como creador de su propio destino. En esta emancipación, ambos nos invitan a una vida sin ataduras, en la que la grandeza y el sentido emanan de la propia voluntad y razón.

Spinoza nos invita a mirar al mundo a la cara y con ojos nuevos, a encontrar en la naturaleza y en nuestra capacidad de pensar la verdadera esencia de lo divino. Toda su filosofía es un canto hermoso a la libertad y al poder del conocimiento. Su descomunal obra expresa la fuerza de una mente genial y adelantada a su época. Solo las obras maestras desafían y trascienden el tiempo y el espacio, así como los límites impuestos por la tradición. Con él se inaugura una nueva era de iluminación y claridad. Es el verdadero preludio a la secularización que definiría los siglos venideros.

Por: Víctor Salmerón

 

 

 

Yo no pienso que Spinoza nos lleve al ateísmo sino a una inmanencia que se trasciende en la propia inmanencia.   

 

Porque todos los dharmas no son todos los dharmas

Por eso se llaman todos Dharmas

Porque no hay buda, hay buda

Porque no hay seres vivientes hay seres vivientes

 

Esto no sería otra cosa que un empirismo trascendental, en donde Dios deviene creativamente en lo cotidiano.

Pero claro esto es comprender a Spinoza viéndolo desde el camino ya andado y yo me para en este camino en la filosofía de Nishida kitaro y desde aquí descubre un Spinoza profundamente religioso.   

¿Pero que es la religión?

Es este religare, este anudar Chaupi quipu  trascendente donde nosotros renunciamos a nuestra propia existencia, porque sabemos que nuestra existencia es satánica,q ue nuestra objetividad se opone a Dios y entonces no arrepentimos de nuestra propia existencia y nos religamos con nuestro salvador pero la religión es también un desanudar un des religare Koshi kené donde creamos el reino de Dios, porque desanudamos su amor en lo cotidiano, así Dios acontece, pero si el religarnos de Dios  exige nuestra muerte, el desligarnos de Dios exige su muerte ya mucho después se puede comprender el gran acto de amor que hay en matar a Dios y en matarnos a nosotros ahí está  el fondo de la religión  su esencia es la inversión desanudar Koshi kene y la conversión anudar chupi quipu.      

 

Buda y yo aunque a distancia infinita

No estamos separados un instante

Cara a cara todo el día

Y sin vernos un instante

 

Claro y es que no vivo yo vive Cristo en mí, así anudo y desanudo en su Amor

 

Pero si estoy en el en si metafísico contemplando el quipu no estoy en Dios, en nombre de ese quipu yo puede oprimir, más no conozco lo que está  dentro del nudo, el significado está  determinado   y mi razón puede explicarlo hasta cierto punto pero no lo conozco, no lo saboreo pertenezco a la masa de los hombres de buena voluntad que construyen el infierno con sus buenas intenciones.

Tengo que desanudar el quipu ¿Qué encuentro?  El mundo del para sí, la ley necesaria para controlar al lobo hombre del hombre, el mundo objetivo   y su moralidad, en esta dualidad de bien y mal que no puede trascenderse, he aquí el Karma, se hace necesario volver a anudar , se hace necesario la negación de la negación, más ya conozco lo que estoy anudando.

Pero quien hace la negación dela negación, ¿El sujeto?  Como en Hegel, nooooo es el misterio pascual, es Cristo mismo, es el verbo que trasciende este mundo satánico, nosotros no podemos salvarnos que luego en Hegel la razón comprenda este movimiento es muy importante pero el problema es que la razón piense que es ella quien lo hace, aunque es un movimiento racional dialécticamente comprendido, la superación de nuestra contradicción solo es posible en Dios mismo.

 

Ahora anudados en el símbolo de la cruz, hechos uno con Cristo y comprendiendo este nudo conceptualmente es decir filosóficamente después de haberlo representado artísticamente  ¿Ya somos libres?:

 

No, porque somos mundo que acontece creativamente, es decir no nos podemos quedar en la trascendencia del espíritu, necesitamos a Marx es decir necesitamos transformar el mundo y develar el reino de Dios, y en esto Spinoza es fundamental porque el mundo en Spinoza que establecido como una conciencia inmanente, Hegel parte de Spinoza pero Hegel vuelve a la trascendencia porque en Spinoza hace la negación de la negación, y esto es volver al en si metafísico como primera negación , un ir hacia atrás para luego hacer la negación de la negación e ir hacia delante como cuando el cuerpo toma impulso, más en este movimiento lo objetivo del cuerpo se supera en lo absoluto del espíritu. 

Más Spinoza no nos lleva a una negación de la negación sino a una afirmación de la afirmación en la contrariedad, así  el espíritu acontece como voluntad, pero la voluntad estuvo ahí siempre ella era la que atendía y la razón solo elucubraba desde el centro de la voluntad, pero no era consciente de esto, ahora en este segundo movimiento de afirmación de la afirmación en el anti espíritu lo es y en este movimiento Dios tiene que morir para que El reino de Dios sea posible.

Pero Marx no comprende este no en si aconteciendo en el no en sí, para él la materia es sustancia, sin comprender que una vez desanudado el quipu, lo que surge es un kené un acontecer de la intuición misma, es eso el trabajo, claro cuando no está  determinado por la opresión, una labor que nos realiza en el acontecer de la voluntad, que es el acontecer del reino de Dios.               

      

 

 

Nos has hecho para ti

Y está  inquieto nuestro corazón

Hasta que descanse en ti

 

Y entonces la espiritualidad se descubre en su reflejo anti espiritual así

 

La espiritualidad es la discriminación que trasciende la discriminación 

Porque en el acontecer del reino de Dios Satán es indispensable como dueño del mundo ene l quenada acontece más que la opresión, pero es esta opresión la que es alterada  y entonces surge la transformación, la variación, la diferencia, la diversidad de una creación permanente en cada acción.     

 

En cada paso que doy se derrama la sangre de mi vida

 

 Aprender el camino de Buda es conocerse a sí mismo

Conocerse a sí mismo es olvidarse de si

Olvidarse de si es dejarse iluminar por todas las cosas  

 

He  aquí la voluntad de poder no como una afirmación de nuestro ego es decir de nuestro nudo sino de nuestro desanudarnos de nuestro koshi kené.

Pero y si este acontecer se perdiera afirmándose en la muerte de Dios sin saber que es Dios mismo el que acontece ¿No se hace necesario un volver a anudar? Yo pienso que sí, así a la transcendencia que se realiza superando la inmanencia le sigue su inversión la inmanencia que se realiza en su inmanencia misma he aquí  el reino de Dios aconteciendo, le sigue una vuelta a la trascendencia   para encontrarse en la comunión de lo trascendente e inmanente, esta es una comunión asimétrica imposible, esta es la Zaratustra y Sócrates unidos o la Jantipa y el Zaratustra, la cibernética de tercer orden donde el Cristo y el anticristo se reconcilian y entonces la maldición a Spinoza se trasluce como una bendición.

 

Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta; maldito sea cuando sale y maldito sea cuando regresa. Que el Señor no lo perdone. 

 

Bendito sea de Día y de noche, bendito sea cuando se acueste y bendito sea cuando se levante; bendito sea cuando salga y bendito sea cuando regrese. Que el señor siempre lo perdone.   

 

Así

La verdad se encuentra en todo lugar en la que somos capaces de llegar a ser señores de una determinada situación

Es decir nosotros anudamos y nosotros desanudamos, siendo capaces de anudar al anti cristo y de desanudar al Cristo, así  como de anudar al Cristo y de desanudar al anti cristo y aún más importante suspender el anudar y el desanudar en un tinkuy donde ambos se reconozcan en lo más cotidiano.     

El espíritu de lo cotidiano es el camino

 

 


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